Este 21 de abril celebramos el día internacional de la Creatividad y la Innovación y como en Bros es un valor que tenemos a fuego aquí estamos escribiendo estas líneas para aportar luz y algo de valor sobre estos conceptos tan usados en los últimos años.No sé si sabías que un tal Mayers, definió 5 componentes de la creatividad: la competencia, el pensamiento imaginativo, la audacia, la motivación intrínseca y un entorno creativo.Si entendemos la creatividad según la define Mayers, D. (1998) como la capacidad para producir nuevas y valiosas ideas donde el pensamiento creativo proporciona la capacidad de ver las cosas de distintas formas, de reconocer modelos, de establecer nuevas conexiones; es fácil darse cuenta de que muchas veces no estamos en un estado mental que propicie ese pensamiento imaginativo. En nuestra mente adulta tenemos constantemente miles de pensamientos que nos recuerdan que estamos hasta arriba de responsabilidades y obligaciones.¿No crees que eso tiene mucho que ver en por qué los niños son mucho más creativos? Ellos son grandes creativos e innovadores. Con su mente libre de responsabilidades y dispuestos a divertirse, aprender o satisfacer su curiosidad, siempre están mirando el mundo con una visión muy diferente a la que tenemos los adultos.Parece que a medida que crecemos vamos perdiendo esas características, aunque en contrapartida adquirimos otras de las que carecen los niños como es el caso de la competencia. A partir de nuestras experiencias vamos desarrollando una base de conocimientos (ideas, imágenes, frases) que aumentan las posibilidades de que podamos combinar estas piezas mentales de forma diferente.¿Cómo podríamos beneficiarnos de nuestro “niño interior” y nuestro “yo adulto” a la vez para lograr ser más creativos?Hoy en día hay miles de técnicas para estimular la creatividad, pero yo pienso que debemos afrontar esta pregunta más como una “filosofía” de vida. Es decir, en lugar de buscar aplicar técnicas para en momentos concretos ser más creativos, ¿por qué no aprovechamos esta consciencia de “pérdida de pensamiento imaginativo” en la edad adulta, para evitar en la mayor medida que así sea? Conectemos con nuestro “yo niño” más a menudo, en cualquier situación, incluso en el trabajo, ¿por qué no?Si quieres intentarlo, te dejo unos tips para lograr esta conexión:
Y disfrutemos del proceso de crear, innovar, arriesgar, acertar y equivocarse. Y a vivir, que son dos sílabas.